Lohr am Main/Hannover: En reconocimiento de su contribución a una mayor sostentabilidad, el SVA R2 de Bosch Rexroth, el actuador eléctrico de válvulas submarinas más compacto del mundo, recibió, en la Feria Comercial de Hannover, el Premio Hermes 2021, el mayor premio internacional de la industria. Esta innovación disruptiva ayuda a reducir de manera significativa no solo las emisiones de CO2 de los sistemas de proceso, sino también los riesgos medioambientales. El SVA R2 también es adecuado para su uso en futuros sistemas de proceso, en la producción de hidrógeno verde y en aplicaciones de captura y almacenamiento de carbono.
“Cuando se trata de sostenibilidad, las innovaciones desempeñan un papel crucial para lograr un progreso disruptivo. Con el SVA R2, Bosch Rexroth ofrece una solución completamente nueva para la industria de procesos. Por primera vez, los usuarios pueden sustituir los cilindros hidráulicos convencionales por actuadores eléctricos con sistemas de seguridad probados que no ocupan espacio adicional”, dijo Thomas Fechner, vicepresidente sénior del área de productos de nuevos negocios de Bosch Rexroth.
El actuador de válvulas submarinas SVA R2 abre y cierra válvulas en sistemas de proceso. Hasta ahora, esta tarea se efectuaba normalmente en las fábricas submarinas con cilindros hidráulicos que se tenían que suministrar mediante líneas hidráulicas de varios kilómetros de longitud. Los intentos anteriores de sustituirlos por actuadores eléctricos no tuvieron éxito porque necesitaban más espacio, el suministro de energía de emergencia a partir de baterías era demasiado caro y no era posible integrar sistemas de seguridad probados en la práctica.
Un equipo de desarrolladores de Bosch Rexroth se enfrentó a estos retos con una innovación disruptiva. Por primera vez, el actuador de válvulas submarinas SVA R2 combina un accionamiento eléctrico, sistemas de seguridad comprobados en la práctica y un sistema Motion Control, además, no ocupa más espacio que los cilindros hidráulicos que se usan normalmente. El módulo está diseñado para uso submarino a profundidades de hasta 4000 metros.
Métodos de desarrollo ágil para aplicaciones futuristas
La electrificación de los actuadores mejora considerablemente la huella de CO2 de los sistemas de proceso. Al fin y al cabo, ya no son necesarias ni las tuberías hidráulicas de varios kilómetros de longitud ni la central hidráulica. Además de alimentar los actuadores, el suministro de energía disponible actualmente se puede usar para los sensores. Gracias a su diseño que ahorra espacio, ahora se pueden integrar los sistemas de seguridad que se usaron por décadas de manera eficaz en los cilindros hidráulicos, cosa que no era posible en todos los enfoques anteriores. Además, el sistema Motion Control permite supervisar los estados operativos. Esta supervisión de condiciones aumenta aún más la seguridad de los ecosistemas delicados.
El equipo de actuadores de válvulas submarinas de Bosch Rexroth usa métodos de desarrollo ágiles y trabaja en estrecha colaboración con operadores, proveedores y universidades internacionales. Una de las primeras aplicaciones previstas es la electrificación de las instalaciones de producción submarina para la producción de energía. Gracias al actuador de válvulas submarinas SVA R2, los costes de adquisición y operación de estas instalaciones son más bajos y tienen una mayor eficiencia energética y seguridad que nunca. Otras áreas de uso son los sistemas de proceso futuros dedicados a la producción de hidrógeno verde, en los que, por ejemplo, las instalaciones de energía eólica marina generan energía renovable e hidrógeno de manera local, que luego se transporta a tierra por tuberías. El actuador también desempeña un papel en los planes iniciales que consisten en usar la captura y el almacenamiento de carbono para extraer el CO2 de la atmósfera y almacenarlo bajo el agua en instalaciones de producción submarina existentes.
Bosch Rexroth hace pruebas a escala real de los prototipos en un banco de pruebas construido especialmente según las normas internacionales más estrictas en materia de aplicaciones submarinas. En comparación con otras aplicaciones, estas establecen los requisitos más exigentes en referencia a las funciones y la seguridad de los componentes y módulos usados. Está previsto que las primeras pruebas piloto comiencen en el tercer trimestre de 2021.